palogos.GIF (2105 bytes)      banner.GIF (3577 bytes)      fdslogos.gif (4871 bytes)

EL PARTEAGUAS
Nivel Anterior
My Solid Ground
Subject Esq
Wind
Vita Nova
Gila
Necronomicon

 

WIND

SEASONS

Plus Records 1971. Second Battle 1997

Por Juvenal Aragon.

Su nacimiento data de mediados de los años sesenta, cuando la mayoría de los integrantes de la banda, tocaron en clubes y cantinas del ejército norteamericano acantonado en Alemania, incluyendo una gira por Vietnam a finales de 1969.

Al año siguiente grabaron un disco bajo el nombre de Corporal Gander’s Fire Dog Brigade, con covers de Black Sabbath y composiciones propias, al fracasar ese primer intento de incursionar en el mercado del disco cambiaron al nombre de Wind donde realizaron dos trabajos, este el primero y mejor de los dos, bajo la dirección de Dieter Dierks fue grabado en Colonia en 1971.

La obra consta de seis cortes interpretados por: Steve Leistner voz, flauta y percusión, Thomas Leidenberger guitarras y voz, Andreas Bueler teclados, Lucian Bueler bajo, Lucky Schmidt batería y Jochen Peterson de Ikarus en flauta como invitado, quien también aporta la producción.

El longplay ofrecido al público a bajo precio, se distribuyó principalmente en gasolineras y supermercados y vendió 30,000 copias, suceso extraordinario para un producto alemán, revistas importantes realizaron crónicas del mismo diciendo que la banda era una de las pocas en poder transmitir su sonido en vivo a un disco.

Esto trajo una gira importante al lado de Ikarus y Tomorrows Gift importantes bandas alemanas, tour que culminó ante un lleno total en Hamburgo. Y no era para menos ya que la labor registrada en Seasons es de mucha calidad. Con diferentes niveles de ánimo, del crudo ambiente de What Do We Do Know de trepidantes teclados, con más que una memoria para Ken Hensley y Uriah Heep, hasta la vertiginosa Dear Little Friend en la cual la vitalidad es lo esencial.

Lo mejor del disco lo encontramos en Morning Bird con 15’56 de tiempo de duración, que nace de una serie de efectos electrónicos, sonidos de aves y guitarra folclórica, solo para preparar el terreno para la explosión del órgano Hammond que irrumpe con salvajismo estremeciendo las bocinas de los aparatos reproductores, quizás no se trate de un clásico del Krautrock, pero sí de una de sus obras sobresalientes. Al año siguiente Wind grabó Morning, pero la obra careció de la fuerza de su primer trabajo y tuvo más semejanza con el rock mellotrónico de Fantasy, Spring y Cressida.