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HENRY COW Por Juvenal Aragón. Una de las principales corrientes innovadoras del rock progresivo y de vanguardia, es el Rock En Oposición, RIO en su abreviación en inglés. Esta surge a raíz de la unión de diferentes grupos y compañías independientes, con el objetivo de lograr la producción y distribución del rock a través de los músicos, como una alternativa a los monopolios empresariales que dictaminaba la suerte del artista en todos los sentidos. Esta asociación opera por medio de la recomendación que se hace al aficionado de obras consideradas de alta calidad, además que contribuyen con aportaciones innovativas en el desarrollo de la música. Confluye en el proyecto también la generación de recursos para los creadores de la música, y desterrar las migajas obtenidas en este rubro por la explotación casi exclusiva del producto a manos de las empresas señaladas, y de esta manera lograr también la independencia económica además de la artística. La piedra angular del movimiento RIO lo constituyó la banda británica Henry Cow de la cual se relatará su historia en la presente ocasión. En 1968 una serie de acontecimientos de carácter universal determinaron un PARTEAGUAS en todos los sentidos de la vida social y cultural. En este último aspecto es donde encaja el origen de Henry Cow. Inmersos en un ambiente de libertad artística y experimentación total, provenientes de la universidad de Cambridge, Inglaterra. Dos jóvenes músicos de los ambientes subterráneos del Free Jazz y el blues, Tim Hodgkinson y Fred Frith respectivamente, formaron el grupo interesados en la incorporación de composiciones a gran escala dentro del género del rock. Su filiación ideológica de extrema izquierda los relacionó con otros artistas de la misma corriente política, nutriéndolos de novedosos conceptos artísticos y revolucionarios. Sus primeras apariciones en el escenario fueron como grupo de soporte de Pink Floyd, en mayo de 1968. Durante esos tiempos músicos entraron y salieron de la banda hasta 1970 en que la inclusión del bajista John Greaves da cierta estabilidad a la banda. También en ese año ganan el certamen denominado Rockoportunity Knocks, organizado por John Peel un gran promotor del rock progresivo inglés. En 1972 se les une Chris Cutler de asociación música experimental «The Otawa Music Composers», de la cual también formaron parte, y que tenía como fin la composición a gran escala de música rock y otras músicas nuevas. En esa aventura musical conocieron al saxofonista Geoff Leigh quien se incorpora al grupo. Por fin en 1973 la entonces empresa independiente Virgin los contrató para producir su primer larga duración llamado Legend. Uno de los principales eventos que Virgin tomó en cuenta para la firma, fue la participación de Cow al lado de Mike Oldfield en la presentación de este en el Queen Elizabeth Hall, para la interpretación de Tubular Bells. Esta relación con Oldfield permitió que el jóven músico interviniera como ingeniero de grabación en algunas piezas de Cow en los dos primeros discos. Volviendo al tema de Legend, la agrupación se formó con: Fred Frith, guitarras, violín, viola, piano y voz. Tim Hodgkinson, Sax, piano, órgano, clarinete y voz. John Greaves bajo, piano, silbato y voz. Geoff Leigh sax, flauta, clarinete y Chris Cutler batería y percusión. La obra evidenció de inmediato lo extraordinario del grupo, si bien con rasgos semejantes a la escuela de Canterbury, en particular a Hatfield And The North, en su mayor parte la música era densa y compleja, la fusión de diferentes corrientes de la música clásica en su formato de cámara, el jazz libre y la experimentación electrónica, aunados a las nuevas técnicas de grabación que constituyeron en este disco una nueva herramienta en el diseño de la música. La improvisación ocupa también una parte sustancial en el producto haciéndolo más abstracto. Los experimentos incluyeron el tratamiento de voces, y la amalgama de los instrumentos de aire que daban la impresión de ser una pequeña orquesta, aun más las teclas crearon ambientes no tradicionales en la ejecución del instrumento. Algunas de las piezas más sobresalientes son Teenbeat con excelente duelo de saxes y voces corales, que de un ambiente de improvisación se trasladan hasta un dramático acorde de teclados, es aquí donde Cow muestra el sello de la casa, con recorridos de Frith en la guitarra y a contrapunto todo el ensamble de vientos y extraordinariamente nos lleva de nuevo a la improvisación en los términos del mejor Krautrock experimental de Faust, con múltiples efectos sónicos que simulan ambientes industriales urbanos y Morning Star también experimental, retomando los aspectos más abstractos de Legend con Chris Cutler en gran forma y las mejores aportaciones de Cooper. Finaliza el experimento con Lovers Of Gold, también compleja pero contando con bizarras vocalizaciones de Krause, en un adelanto de lo que en un futuro Cow se convertiría, Art Bears.
Con la combinación de ambas bandas en este disco, el grupo alemán se desintegró en virtud de que Dagmar Krause prefirió quedarse con Cow, como la voz del grupo. Después de las grabaciones del In Praise Of Learning, Cow se embarcó en una gran gira europea, con presentaciones en grandes festivales de música de vanguardia, jazz y experimental. Su marcada simpatía por la ideología marxista le valió ser considerado para eventos de promoción de dicha doctrina política, como los organizados por los partidos comunistas de Italia y Suecia. Aprovechando su recorrido por el viejo mundo Cow decidió grabar en directo algunas presentaciones que culminaron registradas en el disco doble Concerts, que ofreció el producto musical de Cow como altamente creativo ya que un disco lo ocuparon cortes de las tradicionales obras como: Terrible As The Moon..., en una perfecta interpretación adicionada de estupendas improvisaciones, también contuvo un popurrí de lo mejor de los primeros LPs, de nuevo con magníficas ejecuciones. Mientras tanto el segundo disco se compuso del aspecto experimental de la banda, Oslo, corte grabado precisamente en la capital noruega, es una larga improvisación colectiva donde Cow nos muestra que no requerían de estudio alguno para experimentar y en vivo gozaban de un ambiente propicio para extenderse en materiales surgidos de la espontaneidad de los ejecutantes, su sobrada técnica les facilitó dicha posibilidad y redituó en trabajos de excelente calidad experimental, lo mismo podemos decir del resto de los cortes. Este disco es hasta la fecha un excepcional trabajo que debería ser muestra para los grupos más experimentales, de la oportunidad que una presentación en vivo pudiese llevarse a cintas con buenos resultados, ya que son pocos los grupos de esa naturaleza los que se han atrevido a tal proyecto. Lamentablemente después de estas exitosas giras, John Greaves abandona a Cow para su incorporación en otra superbanda National Health de calidad similar a Cow. También Dagmar Krausse Fue «forzada» a salir debido a continuos padecimientos que impedían la continuidad en la creación de la música. A pesar de ello Henry Cow grabó su última obra, ya para su propia casa discográfica Broadcast, como precusores del nuevo movimiento progresivo denominada Rock In Opossition (RIO), mismo que conformaban al lado de otros colosos como: Samla Mammas Manna de Suecia, Stormy Six de Italia, Etron Fou Le Loublan de Francia, Univers Zero de Bélgica, todos de la corriente marxista que veían en el comunismo la posibilidad de romper con la desigualdad humana y crear una nueva sociedad. Si bien esta obra fue el desenlace de la banda, este fue en gran forma. La grabación denominada Western Culture ha sido proclamada por la crítica como la mejor de todas, en lo particular a mí me lo parecen todas. Aquí cuentan con la asistencia de Anee Maree Roelofs en el violín y el trombón, Irene Schweizer en piano y Georgie Born en el bajo, estas chicas tuvieron importantes aportaciones al conjunto. El disco contrasta en su portada a las tres anteriores de estudio que tenían una media extraña que solo cambió de color de disco a disco, la de Western Culture diseñada por Chris Cutler era un dibujo excelente donde sobresalía la hoz y el martillo, símbolo de las agrupaciones comunistas. La música fue estupenda, la primera cara tenía solo material compuesto por Tim Hodgkinson y el b, composiciones de Lindsay Cooper. Ya sin los vocales de Krause los cortes fueron muy complejos, enfatizados por el dramatismo que no cesa a lo largo del disco, quizás por los conflictos internos entre los músicos que afloraban en el resultado. En lo particular las partes ahora totalmente instrumentales, dieron oportunidad al lucimiento de todos los instrumentos, Cutler en percusión está excepcional, con múltiples redobles contrapunteando la iniciativa de la teclas, como en Industry, Frith por su parte ahora también en el bajo y la guitarra acústica, se conlleva bien con los vientos de Lindsay como lo escuchamos en The Deacay Of The Cities. La canción más pasional la encontraremos en On The Raft con un tono melancólico a cargo de Cooper con un tema permanente extraño en Cow siempre caracterizado por los incesantes cambios, una buena innovación. El lado b dirigido por Lindsay, es el más parecido a los primeros trabajos, los instrumentos de aire de nuevo refrescan el ambiente con gran dinamismo, y aparecen furiosos los acordes de guitarra y teclas, con mucha vivacidad y múltiples metamorfosis durante el desarrollo, Falling Away ejemplifica lo anterior. El resto del disco sigue por el mismo tenor y en gran forma dando los toques finales para la historia de este gran grupo, que en su afán de llegar a lo máximo en composición musical, hechó mano de todo tipo de estructuras musicales y las fusionó con gran diversidad de instrumentación, líricamente le dio un sentido a la letra en el rock e incursionó en territorios que en otra música serían panfletarios. Contribuyó a la libertad del artista y luchó por la independencia artística y económica del músico, total Henry Cow fue un grupo totalmente revolucionario. Conoce su música, no te arrepentirás. |